El carril bici de Castellana será segregado, llegará hasta Atocha y quitará plazas de aparcamiento

Los ciclistas tendrán, finalmente, trece kilómetros de carril de dos metros de ancho totalmente segregados para circular desde Plaza Castilla hasta Atocha, en ambas direcciones. La separación de las bicis del tráfico y la prolongación del trayecto hasta la estación son las últimas novedades del proyecto municipal para convertir la Castellana en la "columna vertebral de la movilidad ciclista en Madrid" tal y como se lo ha transmitido esta mañana el delegado del área, Borja Carabante, tanto a las asociaciones ciclistas como a los grupos de la oposición.

Se trata, por tanto, de 6,5 kilómetros de carril en cada una de las direcciones "segregados, coherentes, conectados, continuos y seguros"- apunta el área de Medio Ambiente y Movilidad- que se irán habilitando en seis fases. Las obras comenzarán a finales de año y finalizarán un año después en el primer tramo del proyecto, que va desde Plaza Castilla hasta Raimundo Fernández Villaverde. Para la ejecución de este tramo de 2 kilómetros de recorrido a cada lado- el más largo de todos- el Ayuntamiento destinará 6 millones de euros. El plan del Consistorio es poder comenzar las siguientes cinco fases a finales de 2022, cuando esté funcionando el 31% del proyecto.

La mayor parte del nuevo recorrido discurre por el bulevar. Para instalar ahí el carril tendrán que reubicar las bandas estacionamiento y se eliminarán 134 plazas. En cualquier caso el Ayuntamiento defiende que en lugar de aparcar en línea se hará en batería para "para minimizar la pérdida de plazas". Con esta solución se permite mantener los dos carriles de circulación y la banda de aparcamiento junto a las edificaciones existentes para conseguir preservar el funcionamiento del tráfico en condiciones similares a las actuales.

Por otro lado, el carril bici estará separado de los coches y peatones por una banda de arbustos. Una "solución de urbanización sostenible separando el carril bici el paseo peatonal del bulevar y de la banda de aparcamiento por un parterre longitudinal con plantaciones arbustivas" que permitirá "la integración del carril bici en el entorno, así como un alto nivel de segregación del resto de usuarios de la vía".

Carabante ha dado a conocer también el impacto medioambiental que tendrá esta vía ciclista, dado que el informe concluye en cuánto se reducirán las emisiones con el uso de este carril, lo que aumentarán los viajes en bicicleta y, en consecuencia, lo que se reducirá en coche o en moto. En lo que respecta a la movilidad ciclista- según cálculos realizados por el área de Medio Ambiente y Movilidad- habrá hasta 4.000 los viajes diarios en bicicleta en el eje, es decir, cuatro veces más de lo que se contabilizan actualmente. Además, los técnicos  estiman que se producirá un trasvase del vehículo privado y la moto a la bici de hasta 1.400 viajes diarios", apunta el área.

Asimismo, la infraestructura permitirá "la mejora de la calidad ambiental" disminuyendo hasta un 10% los desplazamientos que ahora se hacen en coche o moto. El trasvase modal se calcula- según explican las fuentes municipales- teniendo en cuenta únicamente los vehículos cuyo origen y destino se encuentra en el eje de Castellana, lo que implica una reducción acumulada de más de un millón de kilómetros anuales en coche y la disminución de 187 toneladas de CO2 y 319.000 kilogramos de NOx.

En la actualidad se registran en este espacio 56.000 desplazamientos peatonales diarios. Para incentivar la movilidad peatonal, el proyecto va a ir acompañado del acondicionamiento de aceras y la creación de nuevos itinerarios, consiguiendo  más de 27.000 metros cuadrados de aumento de superficie peatonal. De ahí que el Ayuntamiento planea habilitar cinco nuevos pasos de cebra, así como, la construcción de seis kilómetros adicionales de carril bus para "impulsar" el uso del transporte público.